Últimamente hubo una “Semana de concientización sobre el tratamiento de conducto” en Cartagena, por lo que vi a miles de personas corriendo por las calles de la ciudad gritando de dolor con miedo al tratamiento.
¡Obviamente, esto es una broma!
Sin embargo, el hecho es que el tratamiento de conducto, también conocida como terapia de endodoncia, es el procedimiento dental más temido por la gente.
Mencione un tratamiento de conducto radicular a alguien que nunca haya tenido la experiencia de tener uno y verá un gran miedo en sus ojos.
El miedo al tratamiento de conducto radicular está tan arraigado en nuestra cultura que se ha convertido en sinónimo del peor tratamiento que una persona puede experimentar mientras va al odontologo. Este procedimiento se basa en un mito, en la idea errónea casi universal de que el tratamiento de conducto duele horriblemente.
Gran parte de esta percepción proviene de los primeros métodos de tratamiento que se utilizaron hace décadas para realizar el procedimiento. Como resultado de estas técnicas ahora arcaicas y obsoletas y los anestésicos menos efectivos disponibles en ese momento, la miseria asociada con la terapia del conducto radicular se ha grabado indeleblemente en nuestra memoria colectiva.
¿Cuál es la verdad sobre el tratamiento de conductos radiculares?
Si bien un dolor de muelas debido a una inflamación de un nervio dental o un absceso dental puede ser insoportable, el tratamiento de conducto suele ser completamente indoloro.
La odontología moderna, con todos sus avances, esencialmente ha hecho que el doloroso tratamiento del conducto radicular sea cosa del pasado.
Con base en experiencias recientes, los pacientes que más temen al tratamiento de conductos radiculares son aquellos que nunca antes lo han hecho y según nuestro odontologo Raúl, cuando dice que la aprensión que se siente es más intensa que el procedimiento en sí.
La calma y un enfoque afectuoso hacen maravillas en la reducción de la ansiedad, pero es solo al final de esa primera visita que el paciente mira hacia arriba y dice casi con incredulidad: ¿Eso es todo?
De hecho, muchas personas que reciben endodoncias por primera vez se quedan dormidas en algún momento.
¿Qué sucede durante el tratamiento del conducto radicular?
Primero, la boca del paciente está muy entumecida.
Por lo general, se hace una abertura en el centro del diente para ingresar a la pulpa dental, que contiene el nervio. Esta apertura de acceso se realiza con la herramienta del odontologo y la sensación es similar al tratamiento de una caries.
Aparte del chorro de agua habitual y el ruido dental, los pacientes encuentran que los auriculares y una buena selección de música son muy útiles, este primer paso generalmente se logra muy rápidamente y es la única perforación que se realiza durante el tratamiento del conducto radicular.
Una vez que se descubre la pulpa, se utilizan instrumentos especiales para extraer este tejido del interior del diente, incluidas las raíces.
Déjame aclarar. Las raíces en sí no se eliminan, solo se elimina la pulpa dentro de ellas. Cuando todo está limpio y bien desinfectado, el área que antes ocupaba la pulpa se sella herméticamente con un relleno inerte llamado guta percha.
Todo el procedimiento se puede realizar en una visita y a menudo, un especialista en tratamiento dental puede realizar hasta diez en menos de 3 horas.
Por supuesto, este es un tratamiento de conducto típico. Puede haber variaciones, como cuando existe una infección o un absceso. Pero los objetivos de la terapia siguen siendo los mismos, que son hacer que el paciente se sienta cómodo, quitar la pulpa, dar forma y desinfectar los conductos y sellarlos para prevenir futuras infecciones.
Una vez finalizado el tratamiento de endodoncia, el diente debe restaurarse adecuadamente para protegerlo de fracturas. Una corona dental es casi una necesidad después del tratamiento de conducto.
Un punto a destacar sobre el tratamiento del conducto radicular
Si bien el éxito del tratamiento de conducto radicular es cercano al 98%, la razón más común por la cual un diente tratado con endodoncia falla, es decir, requiere extracción, es porque no se ha restaurado adecuadamente. La mayoría de los dientes con endodoncia requieren una corona dental para garantizar la longevidad.
Si bien la perspectiva de someterse a un tratamiento de conducto puede causar miedo y consternación, el tratamiento real suele ser indoloro y sin incidentes.
Si le preocupa el tratamiento de conducto radicular, tenga la seguridad de que no está solo. Pero sepa que gran parte de su ansiedad se basa en un mito y no tema hablar de sus preocupaciones con su odontologo.
Por qué elegir nuestro odontologo Raúl Villafañe
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