Un implante dental es una varilla artificial que se inserta en la mandíbula, que actúa como raíz del diente de reemplazo. Suele estar hecho de titanio.
El objetivo principal al colocar un implante es lograr una integración cercana e inmediata con la mandíbula circundante.
Después de un período de cicatrización, los implantes dentales se anclan y se estabilizan mediante la osteointegración. Este es un proceso mediante el cual las células de la mandíbula crecen hasta la superficie del implante para sujetarlo de forma segura.
La osteointegración ocurre durante un período de seis semanas a seis meses, dependiendo de la ubicación de los implantes y la salud del hueso de la mandíbula. Durante este tiempo, se pueden instalar coronas dentales temporales.
Por lo tanto, la osteointegración es una fusión del implante con el hueso que proporciona la base más estable y duradera para una gama completa de restauraciones dentales, incluidas coronas dentales, puentes dentales y dentaduras postizas.
¿Qué aspecto tiene un implante dental?
Los implantes dentales se ven, se sienten y funcionan como dientes reales porque proporcionan un anclaje fuerte y una estructura de soporte similar a una raíz.
La restauración de implantes dentales generalmente consta de tres componentes:
- La sección de reemplazo de la raíz es un pequeño tornillo de titanio que se fusiona con la mandíbula y proporciona la base para coronas individuales, puentes dentales o incluso un conjunto completo de dientes como un All-on-4.
- La sección que une el implante a la corona se llama pilar.
- La sección que reemplaza el exterior del diente es la corona dental.
La biocompatibilidad y resistencia de los implantes dentales con hueso
El titanio es un metal aceptado por el cuerpo humano y las células óseas se desarrollarán fácilmente en su superficie.
El implante dental normalmente se desbasta o se recubre para aumentar el área disponible para la osteointegración.
El titanio es ligero y biocompatible. También es un material muy resistente y puede soportar continuas fuerzas de mordida.
El titanio es el metal preferido para las articulaciones artificiales y muchos otros procedimientos médicos.
El descubrimiento del titanio en la osteointegración
La osteointegración fue descubierta por un cirujano ortopédico sueco, el profesor Per-Ingvar Brånemark en 1952.
Para estudiar la microcirculación, insertó un tubo óptico de titanio en la pata de un conejo. Cuando intentó quitar el tubo de metal, Brånemark se sorprendió al descubrir que no podía separar el titanio del hueso.
Definió la osteointegración como una conexión estructural y funcional directa entre el hueso vivo y la superficie de un implante portador de carga.
Preservación de la mandíbula y pérdida ósea
En general, la tasa de éxito de los implantes dentales ronda el 95%.
Una vez integrados, los implantes dentales funcionan continuamente para reducir la pérdida ósea y preservar la estructura de la mandíbula.
Al ayudar a mantener una buena función masticatoria, los implantes ejercen fuerzas naturales sobre la mandíbula para mantenerla funcional y saludable.
Si se deja un espacio durante la extracción del diente o la pérdida del diente, el hueso debajo tiende a deteriorarse debido a la falta de estimulación al masticar.
La pérdida o encogimiento óseo también puede ocurrir con el envejecimiento natural, lesiones, enfermedades de las encías y el uso de dentaduras postizas convencionales. La presión de una prótesis sobre las encías durante la masticación reduce el suministro de sangre, lo que también puede aumentar la tasa de pérdida ósea.
La implantación exitosa es un estilo de vida saludable
La osteointegración es un proceso natural que debe ocurrir por sí solo, siempre que el paciente tenga una buena salud bucal.
Sin embargo, existen condiciones y hábitos que pueden interferir con el proceso de osteointegración, por lo que es importante seguir todas las instrucciones de cuidado posquirúrgico.
Los siguientes consejos pueden ayudar a los pacientes a garantizar que se lleve a cabo la osteointegración y que el tratamiento con implantes dentales sea finalmente exitoso:
- Elija un cirujano de implantes competente y con experiencia para evitar complicaciones asociadas con la colocación de implantes
- Use todos los antibióticos recetados según las indicaciones
- Considere usar un enjuague bucal antibacteriano para reducir aún más las bacterias en la boca
- Evite el consumo de alcohol y cigarrillos durante al menos dos semanas antes del tratamiento con implantes dentales y durante el proceso de osteointegración. Fumar limita significativamente la osteointegración y aumenta el riesgo de que los implantes no cicatricen correctamente después de la colocación, lo que aumenta la probabilidad de que fallen con el tiempo. La nicotina afecta la circulación sanguínea y el crecimiento de las células óseas, dos factores esenciales para la osteointegración
- Continúe cepillándose los dientes y usando hilo dental con regularidad para evitar caries e infecciones (tenga en cuenta que debe evitarse el sitio de implantación directa durante los primeros días después de la cirugía)
- Informe cualquier efecto secundario inusual lo antes posible
Falta de huesos
Si un paciente no tiene suficiente hueso natural en la mandíbula, es posible construir este espacio antes de colocar los implantes dentales.
El aumento de hueso es un término que cubre una variedad de procedimientos que forman el hueso.
Esto generalmente se logra mediante el uso de cargas biológicas comúnmente conocidas como injertos óseos.
El injerto de hueso dental implica agregar hueso a la mandíbula para proporcionar una base firme para los implantes dentales.
Los materiales de injerto óseo pueden provenir de una variedad de fuentes, como animales, humanos o sintéticos. Todos proporcionan una base excelente en la que crecerá hueso nuevo.
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